Es posible que os preguntéis por qué no aparecen melocotones o cerezas, o una sandía y un meloncito en las cestas que elaboro. Pues bien, no es que no me gusten, es que prefiero, en la medida de lo posible usar frutas de temporada. La Naturaleza es sabia y por eso ahora que hace frío y nos rondan los constipados, ella nos ofrece frutas con vitamina C, para protegernos de ellos, por eso no hay una sóla cesta en la que no aparezcan naranjas y/o mandarinas.... Cuando vaya llegando el veranito, y empecemos a sentir calor y sed, la Naturaleza nos deleitará con frutos ricos en agua,que nos refrescarán como la sandía ( en el caso de hortalizas con el tomate, con los pepinos...), las ciruelas, etc.. y ayudarán a sobrellevar los rigores del verano. Nos tomaremos un gazpachito fresco ( con su tomate, su pepino, su ajito y su pimiento), un festín de vitaminas y minerales en forma de bebedizo fresco y de postre una rodajita de melón o sandía, o unas ciruelas rojas...
Consumir frutas de temporada, hace que lo que tomamos sepa a fruta de verdad, las naranjas saben a naranjas, no saben a "cámara frigorífica". Comer ahora un melocotón o un melón es posible porque existen cámaras preparadas tanto para acelerar como para retardar la maduración de los frutos, pero qué hay entonces del sabor, del olor, y de las buenas propiedades (aporte de vitaminas y minerales) que conlleva tomar fruta en su momento óptimo ( es decir, de una fruta que ha crecido tranquila y a su ritmo natural hasta llegar a la madurez con todas sus cualidades intactas).
Así que dentro de nada, porque casi sin darnos cuenta ya estamos en enero podreis ver por mi blog cerecitas del Jerte....( bueno, dentro de unos mesecillos). Mientras tanto sigamos disfrutando de estas naranjitas, de estas piñas, de estos kiwis, y de todo lo que les acompaña, con muchas salud y amor....
¡Feliz y frutal Año Nuevo!
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